jueves, 25 de febrero de 2010

Pago de Facturas

En el orden de las vicisitudes humanas no es siempre la mayoría de la masa física la que decide, sino que es la superioridad de la fuerza moral la que inclina hacia sí la balanza política
Simón Bolívar

Cuando los partidos políticos parecían tener un respiro, después de días muy difíciles, los dirigentes de Convergencia dijeron no, aquí las cosas no son así. Sin más citaron a una conferencia de prensa vespertina y ahí, Alfredo Barajas, dirigente estatal; María de la Luz Domínguez, dirigente municipal, arropados por Manuel Brito Sarmiento, de la dirigencia nacional anunciaron que la alianza con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se tambaleaba.
Las huestes del partido amarillo, encabezadas por Gerardo Romo Fonseca, organizaron una cena, con manteles nuevos y limpios, para los convergentes, quienes simplemente se negaron, que tenían otras cosas que hacer, aseguraron.
Pero además les dejaron en claro que la última palabra sobre esta alianza la tenían los zacatecanos, siempre con el respaldo del partido naranja. La decisión la tomarían el domingo durante la celebración de su asamblea estatal.
Alfredo Barajas quiere que, a la fuerza, el PRD lo incluya en una de las plurinominales. La primera sería perfecta. Quiere bajar a Carlos Pinto, a Gerardo Romo o a Julieta del Río, a él eso no le importa. Y claro que las diferencias iniciaron. Esa frase de que no llegarán de rodillas a la alianza lo dice todo. Pero la sumisión que Elías Barajas ha mantenido en el Congreso del Estado, aprobando y defendiendo iniciativa enviadas por el Ejecutivo tiene que ser pagada ahora, y pues que mejor manera que dejar a su hermano Alfredo, como diputado, para poder seguir viviendo como reyes, a costa del erario público.
Más tarde corrió el rumor de que ya estaban sentados en otra mesa, también con manteles limpios y nuevos, pero traídos desde el meritito Fresnillo. Aunque no se pudo confirmar si los Barajas Romo (Elías incluido, obviamente) se hallaban en la casa del ex procurador de Justicia, y hoy abogado de cabecera del Partido del Trabajo, Aquiles González Navarro, sí se supo que el anfitrión le echó mucha agua a los frijoles, pues en su hogar había reunión que sería larga y amena; Saúl y David estaban contentos, pues el tormento de muchos también estaba invitado a la comilona.
La felicidad y la celebración, dijeron, se debía a que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) finalmente resolvió y aclaró que la resolución emitida el 27 de enero, cuando se revocó la dirigencia nacional del PT, de ninguna manera tiene efectos vinculatorios con las dirigencias estatales. Es decir, Saúl Monreal Ávila es el comisionado político nacional del PT en Zacatecas. Parece ser que la batalla, esta vez, la perdió El Tigre Narro, al enfrentarse a un viejo lobo de la política.
Tarea dificil la que tendrá quien se quedé al frente de la Contraloría Interna del Estado, luego de que Julieta del Río Venegas confirmará su intención de contender por una curul en el Congreso local.
Al presentar los logros que en materia de transparencia se alcanzaron durante la actual administración, la contralora dejó en claro que los retos son muchos para que la calidad en la revisión de cuentas y auditorias no disminuya. Nunca antes un órgano fiscalizador del Gobierno del Estado había sido premiado, y el hecho es que hoy la dependencia estatal ha sido reconocida a nivel nacional. Cuenta con tres premios de relevante importancia.
Ayer mismo, Del Río Venegas dijo que el trabajo no ha sido fácil en la revisión de obra y gasto público, y agradecida con su equipo de trabajo reconoció a los 280 hombres y mujeres “valientes que trabajan a favor de la rendición de cuentas”.
Y mientras en la contraloría los logros en lo que a transparencia se refiere son muchos, en la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), las cosas no pintan igual. El rector Francisco Javier Domínguez Garay se niega, a través de todas las instancias universitarias habidas y por haber, a entregar información pública.
Simplemente no quiere que nadie sepa cuánto se llevó su amigo Alfredo Femat Bañuelos, una vez que le heredó el cargo. Tampoco desea que la gente, los universitarios, bueno nadie, sepa si hay bono de retiro, de cuánto fue, si le sigue pagando mensualidad a su padrino y a los demás ex rectores. Como él sabe que algún día pasará a formar parte de esas filas, quiere cuidar desde ahorita los privilegios. Cómo, manteniendo en secreto su quehacer.
Pero las cosas ahora no son tan fáciles, ha sido mucha la gente que ha luchado porque la Ley de Transparencia se aplique, y bien. Eso es algo que Domínguez Garay, no quiere o no puede entender.
Ahora, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó ejercer la facultad de atracción de un amparo en el que se impugna la negativa de la UAZ, de entregar información solicitada por un particular, relativa a las percepciones cubiertas a diversos ex rectores de esa institución, y que fue ordenada por la Comisión Estatal de Acceso a la Información Pública (CEAIP).
Los ministros fueron tajantes en su resolutivo: “El asunto cumple con los requisitos de interés y trascendencia, ya que se encuentra en juego el principio democrático de rendición de cuentas del Estado, respecto de todas sus dependencias, incluyendo a las universidades”. ¿Algo más señor Rector?
Los barzonistas fueron los encargados de dar la bienvenida a Javier Calzada, como secretario de Finanzas. Le aguaron la fiesta. Simplemente llegaron muy temprano y se plantaron en las entradas. Y lo peor del asunto es que, hasta el cierre de la edición, ahí seguían, en pie de lucha, a la espera de que les paguen lo que, según Juan José Quirino, les deben.
Así el recién estrenado secretario de Finanzas enfrenta un problema que poco tiene que ver con los números, y mucho con la política. Estamos en tiempos electorales y cualquier cerillito puede iniciar un gran incendio. Ahora sí tendrá oportunidad de demostrar que tenía los suficientes méritos para ser uno de los candidatos mejor posicionados para alcanzar la gubernatura.
Hace días comentábamos que la mayor tortura de cualquier ciudadano era asistir al DIF Estatal, para realizar un trámite. Toparse con el director, si se tenía la suerte de hallarlo, significaba un mal rato para cualquiera. Pero ahora, Agustín Pineda, el mandamás ahí en el Sistema DIF, y quien se supone es el que decide qué se hace y qué no, enfrenta un nuevo problema. Se empecinó en cercar el estacionamiento que se encuentra frente a la Preparatoria 4, de la UAZ, su ambición de año de Hidalgo lo llevó a querer cobrarles a los estudiantes y maestros, 35 pesos por estacionar su auto en un lugar que, todos suponían, era público.
Pero oh! sorpresa, se topó con una comunidad organizada que emprendió una arremetida como pocas veces había visto desde su cómoda oficina, o de su casa, donde pasa la mayor parte del tiempo, el flamante director del DIF. Los muchachos simplemente cerraron calles y ya encarrerados tumbaron sin más la malla ciclónica. Muerto el perro se acabó la rabia.

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